Toda mi vida he esperado algo,
he envejecido en una eterna víspera.
Y ahora, mirando atrás, yo me pregunto
dónde quedan los sueños que no tuve,
cómo recuperar el tiempo, tanta
pérdida.
Hoy es un nuevo día: el de mi triunfo,
digo. Y me convenzo y tranquilizo.
Y me quedo pensando, sin pensar,
como he vivido acaso sin vivir
-sin vivir ni pensar ni
creer-, en nada