Muchacha que te sientas a mi vera
en el tranvía de las nueve en punto.
¿Pensaste en mí cuando llegaste a casa?
¿Te preguntaste cuál será mi nombre?
Las oportunidades que he perdido.
Las oportunidades claras, nítidas
-cómo las veo ahora, una a una-,
que habrán pasado enfrente de mis ojos
para cambiar mi vida, y que he perdido.
Llevo el alma mirando hacia otro lado
del que debiera estar mirando, ése
adonde miran los que triunfan hoy.