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Impera normalmente en la oficina

Impera normalmente en la oficinaun aire de cansado monasteriocon usos y costumbres al criteriode alguna antigua y vaga disciplina.Y no se modifica la rutinaperenne de este viejo cementeriopor cambios previsibles, sin misterio,como el volver de alguna golondrina.Por eso, cuando oímos la primeracantando más allá de la ventana,pensamos en la nueva primavera.

Pero al dejar, ya tarde, el edificiomiré. Y sentí que, encima del Guadiana,el alto cielo preparaba el Juicio.